top of page

Una oportunidad para el cambio: las crisis



Las crisis, después de todo, no son malas. Previo y durante las mismas puede ser doloroso y se vive con angustia parte del proceso; sin embargo y al ir transitando, sobre todo, enfrentándola será cuando la tranquilidad permee.


En términos psicológicos, el significado de las crisis refiere a reacciones de conducta, emocional, cognitiva y biológica de una persona ante un evento precipitante; durante ese periodo – temporal – la o el paciente transitará un estado de trastorno, caos y finalmente, una profunda necesidad de ayuda para salir de la situación.


El ser humano pasa, invariablemente, por distintas crisis a lo largo de su vida. Generalmente al ingresar de una etapa a otra: bebes a infancia, posteriormente la adolescencia, más tarde la juventud, madurez y finalmente la tercera edad, las primeras son acompañadas de nuevas escuelas, así como amistades, formas distintas de abordar los embates de la vida y criterios que se van forjando con los años. Finalmente, los papás hacen lo indicado durante la educación y formación, pero seremos nosotros quienes instauremos una visión de la vida.


También, hay situaciones significativas que nos merman la existencia; la pérdida de un ser querido, el rompimiento de una relación de pareja, las altas expectativas que formamos ante una situación o persona, tener un hijo, salir de la casa de los padres, cambiar de residencia. Y a veces no se da la crisis al momento, sino que después del cambio físico, viene el emocional. Lo que estamos viviendo en todo el mundo, la pandemia por en nuevo Coronavirus: Covid19, es también un detonante para las crisis; es la ansiedad el trastorno con mayor presencia en la población de cualquier edad. Obviamente, su manifestación es diferente en cada persona.


Un cambio supondrá crisis, lo acabamos de mencionar, pero también – sin dudarlo – es una oportunidad. Cada quien sabrá si es para prosperar o retroceder, no obstante que a veces, retroceder es un avance en la prosperidad.


¿Cuándo acudir con un profesional de la salud mental?

La famosa y tan mencionada “zona de confort” tiene llantas. ¡Sí! Lo que pasa es que acostumbramos a estacionarla y permanecer ahí el tiempo que queramos, hasta que aparece la crisis e irremediablemente aparca su vehículo justo en el nuestro y ¿qué hacemos? Huye la zona de confort y se aloja la crisis.

La ayuda psicológica será bienvenida solamente cuando estés lista o listo para recibirla.

Entradas destacadas
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
bottom of page